FRAGMENTOS DE CUARENTENA

DIARIO IMPRECISO

Atardecer confitado



Y la tierra respira y el aire florece, y no hay reja que contenga a la flor. Mientras el castaño caoba de mi ventana se mece tranquilo. Volver adentro, a un tiempo que se escurre y recalcular las coordenadas del piso, baño, cocina y cama. Prestar atención a los detalles y amasar dulcemente nuestro rostro distinto de cada día hasta que volvamos a correr juntos entre los campos de flores. Estado de alarma, día 8. 

Ahora que no nos podemos abrazar tendremos que inventar otras maneras. Acariciar, besar y posar el cuerpo del otro en nuestros brazos, espalda y pecho para que descanse. Como una invocación. Imagina. Elegir las palabras, las palabras tienen otro peso estos días. Andar la casa para que cuando el cuerpo que descansa abra los ojos, las lágrimas ya se hayan secado. Y solo quede el rastro. Gotas de rocío que se acumulan en la hoja hasta que se deja vencer. El agua cae pero la hoja no rompe. No rompe. ¿Cómo consolar tanto duelo? Ella dice "Retén, retén la belleza". Estado de alarma, día 16.

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